Encuentro con el Papa Francisco — Fe y Luz

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Encuentro con el Papa Francisco

El 2 de octubre para nuestro 50 aniversario

El 2 de octubre, una delegación de unas 50 personas de Fe y Luz fue recibida por el Papa Francisco en el Vaticano. Padres, amigos y personas con discapacidades de las comunidades italianas se unieron a Consejo de dirección y al Equipo Internacional de Fe y Luz.

Al entrar, el Papa fue recibido con el canto de la comunidad: "¡Soy yo, soy yo, quien hace la comunidad, Y tu... que haces la comunidad, Nosotros...que hacemos la comunidad, el Papa que hace la comunidad...!" Con una gran sonrisa, el Papa Francisco recibió a dos personas con discapacidad que se apresuraron a bailar con él y a abrazarlo. A continuación, el Papa saludó a nuestra cofundadora, Marie-Hélène Mathieu, que a sus 92 años no dudó en unirse a la delegación. Con gran delicadeza, le pidió que se sentara y la bendijo. Un momento muy emotivo para ella y para todos nosotros.

Agradeciendo al Papa por la audiencia, Raúl Izquierdo, Coordinador Internacional de Fe y Luz, pidió al Santo Padre ánimo: "Necesitamos de sus ánimos, de su acogida y de su impulso. Aquí nos tiene, Su Santidad: Habla Señor, tu siervo te escucha".

A continuación, el Papa tomó la palabra y nos animó en nuestra misión: "La presencia de Fe y Luz ha sido y es una profecía porque las personas más frágiles son a menudo rechazadas, consideradas inútiles. Y su profecía es aún más importante hoy, para luchar contra la cultura del rechazo y recordar a todos que la diversidad es una riqueza y nunca debe convertirse en un motivo de exclusión y discriminación".

Le ofrecimos un libro de oro con los dibujos enviados desde todas las comunidades del mundo, ¡un hermoso libro de 160 páginas! También presentamos al Papa Francisco una pancarta con los miembros del Equipo Internacional que, por motivos de salud, no habían podido acompañarnos. Miró cada rostro con gran atención. Finalmente, cada uno de nosotros pudo saludarle y decir unas palabras.

  
              
¡Estamos en acción de gracias por este tiempo bendito y eterno!

Los miembros del equipo internacional que pudieron reunirse de nuevo tras dos años de encuentros virtuales estallaron de alegría. Pero todos llevamos en el corazón a los que no pudieron acompañarnos.

Por la noche, nuestros amigos italianos nos invitaron a una eucaristía y a una deliciosa cena. La alegría y la celebración estaban por todas partes. Gracias por vosotros, queridos amigos italianos, y por la perfecta organización de este momento inolvidable.